Terror en la luz.

El cielo es infinito para el pájaro entre rejas.

jueves, 10 de junio de 2010

Adiós, chica.

Ayer me encontraba mal, mi perro también. Nos dolía es estómago. Quién sabe si por la comida, por el tiempo o por la opresión craneal.
El caso es que no hubo forma de dormir. Yo me controlé, pero él no lo consiguió y vomitó. Así, sigiloso, sin que nos enterásemos. Lo hizo con cuidado y apartándose de nosotros.
Las vueltas que dí, ni las conté... Y nada, no conciliaba el sueño. Incluso le pedí ayuda a él, a ver si desde las alturas conseguí introducir dentro de mi cabeza unas imágenes relajantes que me ayudaran a cerrar los ojos de un vez. Probé miles de posturas, todas ellas incómodas. Me pico esto, me duele la pierna, se me duerme un brazo.
Luego, al poco de intentarlo, no pude más. Me senté y me entró un miedo raro, como si algo estuviera pasando en ese instante. Así que no lo dudé y lloré con ganas. Recorrí mi vida en un momento. Pensé en las de cosas que yo había planeado, en todo aquello que cultivé con el fin de ser feliz en el futuro. Y también caí en la cuenta de que fue en vano cada paso.
Y nos preguntamos por qué, claro. Pero es que no hay una respuesta certera, es sin más la vida, que nos hace cambiar y transformarnos. Unos se vuelven monstruos por hacer el mal y otros se convierten en engendros que maquinalmente se mueven, sin percatarse de relojes o de mentiras. Ahí es cuando se pierde todo tipo de noción. Con las personas de fuera actúan como normales: agradables, creíbles, racionales. Pero dentro de casa y dentro de sí mismos, la tormenta.
Todo es un imposible desde entonces. En palabras claras, para entendernos, a esto se le llama locura, locura de la buena. Una locura contagiosa que bloquea el cuello y anula músculos... Que perpetra, que anula la profundidad de la mirada y la convierte en vacía.
Ahora ya, todo está más que perdido.
Adiós, chica.

1 comentario:

  1. Bueno Nietov, lo prometido es deuda y aquí estoy, antes que nada, que sepas que me encanta que hayas vuelto a escribir aunque para ti sólo sean tonterias y eso, yo no lo veo así. Me encanta que no te hayas dejado influenciar por ese concurso, yo lo hice y en cierto modo me arrepiento pero no tengo tanto valor como para volver a escribir...
    Un besito Marla, que te vaya bonito!

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