Si mi venganza fuese la de un perro. Si mi valor fuese. Si mi valentía surgiera. Destrozarlo todo. Animal de agallas crujientes, de distante lejanía para con el mundo. Si mi voluntad eligiera la muerte, de nada serviría el tiempo. Acaparo ese tiempo, subrayo los compases del hipócrita mundo. Absoluto silencio ya. Si mi voluntad eligiera la vida, benditos ojos. Sabia paciencia. Ingratos sueños. Protégeme, méteme en aquel iglú dorado. No dejes que los días borren. Si mi venganza fuese la de un perro, mordería, mataría. Si mi voluntad ha elegido la vida es por acuerdo tácito, compromiso de las estrellas mudas. Acreciento mi ira hacia cualquier objeto cóncavo mientras recupero el aliento y envaino mis armas inútiles. Aborrezco los sonidos humanos.
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