Querida media lombriz:
He de confesarte que el mundo me da vueltas de forma incandescente. Es tal lo que uno puede llegar a sentir, que ya todo hasta marea, y el estómago se vuelve loco y empieza a escupir babas de caracol. No hay nada como masajear lo inseguro para centrar la mente en las cosas más increíbles que cualquiera podría no soportar. Pero tú y yo lo soportamos todo, incluso el viento, el tiempo, los terremotos o la muerte.
Viviremos en un panorama extranjero, con tendencia a lo surrealista y abstracto. Será genial poder no explicar y explicárnoslo todo sin tener que poner caras o actuar.
Media lombriz, esto es vida. No me digas nunca nada que no lleve parte obscena en algún lado. No me mientas nunca sobre lo humano y lo irreal. Sé, me tú. ¡Oh, dios! Me encanta sentir la música de tu corazón, nunca se la pude escuchar a nadie, nunca nadie tuvo corazón. Karma Police suena suave a tu lado. Siempre me dio miedo porque siempre la escuché sola, rodeada de gente pero sola. Tumbados en el suelo de la cocina, parece que ese sitio será nuestra selva ya de por vida. Y el baño el Edén, y el balcón un tubo de escape...
Besaría resquicio a resquicio cada parte de cualquier arruga que se te forme a lo largo del tiempo. Y te juro que... Besaría también cada pelo de tu cabeza, uno a uno, aunque tuviera que morirme mientras tanto.
¡¡¡¡¡MEDIA LOMBRIZ!!!!! Cuando te vea, ten siempre esa sonrisa que sabes que amo. Tenla siempre.
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