Sonreír no es tan complicado, si no, díganselo a todos aquellos que tienen esa manía, o a los payasos, que llevan la sonrisa dibujada.
Me he balanceado entre los recuerdos más importantes de estos últimos años con la intención de encontrar una pista que me haga recordar cómo lo hacía. Yo estuve hasta las 8 de la mañana de fiesta y luego viajé sin dormir. Yo hice pis en un basurero, delante de gente y me rompí las medias. Yo me caí al suelo, me reí hasta tener dolores. Hice muchas cosas que ya no sé hacer. He querido volver a aquello, saltar sin nombre, volar en modo Gadget. Pero no, y no, y no, y no.
No importa que el sol me dé.
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